Usted puede ser un adicto a la comida rápida y comer en el coche todo el tiempo. Sin embargo, eso no significa que tenga que subir de peso. Tome unas cuantas precauciones sencillas sobre lo que está poniendo en su boca y pronto verá la diferencia en su barriga y los muslos.
Instrucciones
Paso 1: Investigar todas las opciones en los restaurantes de comida rápida. Ser muy selectivo, elegir los más saludables y sus esfuerzos reducirán calorías. Elija a la parrilla sobre el pollo frito y evitar el sándwich de pescado. Siempre es frito, y tiene más calorías que una hamburguesa.
Paso 2: Deje de pedir combos. Pueden ser convenientes, pero significan más calorías. Ordene artículos. Usted encontrará que el costo no es muy diferente.
Paso 3: Quite la mitad de la bollo de hamburguesa y evite la mitad de calorías. Mejor aún, quite el medio fondo, cortar la parte superior a la mitad y esto hará que su hamburguesa de carne de res o de pollo parezca dos veces más grande.
Paso 5: Evite las comidas de gran tamaño. Reduzca el tamaño de su pedido como el de los niños si es posible. Siempre se puede volver atrás y pedir algo más si todavía tiene hambre.
Paso 6: No consuma bebidas gaseosas o jugos endulzados con jarabe de maíz de alta fructosa. Elija refresco de dieta, café, té o agua. Si usted pide soda con limón en vez de un refresco dulce, le ahorrará 310 calorías.
Paso 7: Evite la mayonesa o la salsa especial y evitará hasta 170 calorías por cada sándwich. Puede usar mostaza, pepinillos, cebolla y salsa de tomate.
Paso 8: No pida extras de queso y tocino. Usted puede tener algunos trocitos de tocino o un poco de queso al lado si desea sabor, pero no lo use todo.
Paso 9: Comer en los restaurantes de comida rápida con un amigo para que pueda compartir. Por su cuenta, siempre va a comer el pedido completo.
Paso 10: Reduzca el consumo de papas fritas porque están cargadas de calorías
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