Hace pocos ayeres ¿quien iba a hablar de la existencia del Pole Fitness? o como el vulgo populacho conoce como “Clases de tubo”. Las abuelas se escandalizarían, los curas excomulgarían sin ton ni son y los esposos y/o novios santurrones no bajarían a sus mujeres de llamarlas “cualquiera” si entonces hubiesen practicado tan tubesco deporte.
En la actualidad se sabe que esta actividad no solamente hace ver más sexy y atractiva a una mujer, sino que además ayuda a tonificar el cuerpo, a quemar calorías, y a divertirse a través de un ejercicio en el que también podrán presumir alguno que otro moretón.
El Pole Fitness combina ejercicios de yoga, pilates, danza y gimnasia, por lo que aquellas que quieran iniciarse en estos quehaceres no crean que sólo mujeres chulas, raquíticas o anoréxicas se pueden contorsionar en un tubo, hay mujeres comunes y corrientes, de todos los pesos y de todas las estaturas.
En un gimnasio la mujer se preocupa por glúteos y piernas, y aquí básicamente lo que trabajas al principio es la parte superior del cuerpo, que es lo que las mujeres nunca trabajamos y es súper importante, porque es lo da la postura y es lo que da elegancia, se trabaja espalda, brazo, pecho, bícep, trícep, hombro, espalda baja y mucho abdomen porque es da el control para dar un giro sin estamparte.
Además, claro está, la posibilidad de complacer a segundas personas, entre otros beneficios.
Pero recomiendan que antes de querer bailarle a alguien hay que bailarse a sí mismas y a sentir su cuerpo, divertirte, torcerte y pararte de cabeza, así que si eres alguien que le gusta ejercitarse y divertirse, puedes matar varios pájaros de un tiro.
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Y hasta concursos profesionales hay, vean!
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